Corre como un reguero de pólvora que de mandos medios hacia abajo, ya ningún oficial o sub-oficial soporta el trato y desprestigio que el dictador chavez, le ha otorgado a las fuerzas armadas venezolanas.
El respeto de la tropa se ha perdido hacia los altos mandos, ya que estos solo se muestran interesados en ganar puestos y posiciones de acomodo sin importarles en lo más mínimo el honor y dignidad castrense.
Justamente en estos momentos cuando chavez hace alharaca de poder militar hacia la pequeña Honduras, es cuando más se difunde el hecho que en caso de combate, es seguro que chavez ocupara el miso puesto que tomo en su frustrado golpe de la pasada década, donde replegado en el museo militar se limito a observar el movimiento de las tropas que lo apoyaban y que curiosamente si lograron sus objetivos, si embargo el único que no logro las metas propuestas fue chavez, para después reconocerlo públicamente y pedir a sus compañeros de armas que las depusieran.
Hoy en día, las mamas de los jóvenes soldados y las esposas de la nueva ciudadanía militarizada, no le hace gracia alguna que esposos e hijos, terminen regresando en un féretro por alguna locura agresiva, que el dictador chavez se le ocurra hacer, contra quien sea, y menos en defensa de honores y pretensiones ajenas.
Por el contrario, chavez en su propia locura megalómana está ansioso de tener una excusa para sacar a relucir su poderío belico. Aviones, fusiles, tanques y lanzamisiles, han sido recientemente comprados, en un afán inverosímil de poderío militar, Y por lo visto seran mas que inútil, ya que el pueblo que el constantemente tiene a flor de boca, no tienen ningún interés en cavar y enterrar a sus soldados.
Mucho menos bajo ese nuevo lema importado de Cuba, de Patria, Socialismo o Muerte.
Abel Desestress
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